Celina nació en Junín, provincia de Buenos Aires, pero reside hace 38 años en el distrito Dorrego, de Guaymallén. Desde su casa-taller sorprende con cada una de las obras de su autoría, que llenan las paredes del lugar. Completan también el decorado cuadros de otros artistas de su admiración.
Junto al atril donde está creando, muestra el costurero de madera en el que se encuentran todos sus materiales, óleos y espátulas.
En su recorrido, nos guía hacia el pasillo galería, lugar donde tiene expuesta las distintas obras de jóvenes artistas mendocinos.
Palabras de la protagonista
Dell’ Isola cuenta sobre su expresión: “Me dedico a plasmar en mi obra la situación de los pueblos originarios desde diversos ángulos. He visitado distintas comunidades a lo largo de esta columna vertebral americana que es los Andes, y me he encontrado con realidades muy diversas. Pueblos prósperos y evolucionados como los otavalos en Ecuador, o -por el contrario- pueblos sumidos en la pobreza, sin agua ni medios de vida, apenas cabras y tejidos y algunas artesanías en cuero, como nuestros huarpes en el desierto de Lavalle. Mujeres laboriosas en Perú o Guatemala, y tantas realidades como etnias habitan nuestro continente. No hago historia ni diagnósticos, solo me limito a ilustrar lo que he podido ver y conocer personalmente o a través de documentación.
Muchas series de obras fueron surgiendo en estos años, la primera y más dramática: “Los dueños de la tierra… 500 años después”; “Fiestas patronales”, más risueña porque no todo son penas y lamentaciones; “Hoy como entonces”, costumbres y tradiciones seculares que la globalización aún no contamina; “Retratos del desierto”, personajes de la zona y el desierto mismo como personaje que condiciona la vida de la gente… y otras más”.